miércoles, 12 de enero de 2011

Libido enrejada I

Siempre tuve la libido alta. E irme de vacaciones a San Bernardo no iba a ayudarme demasiado.

Jamás podría ser infiel a alguien de quien estoy enamorado sin sentir una culpa asesina pero...

Carajo. La playa me altera... La playa, el hotel, la peatonal... ¡El mar!

¡Dejen de usar esos minishort, la puta madre!

Cuando vuelva a Boedo no garantizo que mi novia salga con vida de la habitación...

Avisamos a los vecinos sensibles.

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1 comentario:

don juan botones dijo...

jajaja. Habrá que concentrarse en las olas, el viento y no en el sucundúm. Saludos!