martes, 13 de julio de 2010

Con mi ex (Belén, SMS)

Belén: -¿Qué hacés para no sentirte sólo?

Yo: -Error en la fórmula. Suelo sentirme sólo. Pero a la larga te acostumbras, o descubrís que sos el amor de tu vida.

-¿No es muy egoísta pensar eso?

-No sé si egoísta… Es conservador, eso sí. El ser humano es un animal social, y no puede vivir sólo; pero hay momentos en la vida, a veces más largos, y a veces (por suerte) más cortos, en los que parece que estuvieras absolutamente sola. En esos casos es bueno tener aunque sea algo de autosuficiencia. Y creo que la persona en quien más podés llegar a confiar sos vos misma. Después vienen los amigos, pero son variantes... Por eso el ser humano inventó a Dios. Para no sentirse sólo.

-Eh…

-Estoy disponible para fiestas infantiles.


sábado, 10 de julio de 2010

Debilidad 1

Tengo debilidad por las mujeres juguetonas.

Es como si cada relación fuese una aventura. Y por más enamoradizo que sea, no puedo quedarme quieto. Así tenga algo estable (cosa que no tengo desde hace dos años, ya que nadie me mueve el piso lo suficiente como para no pensar en otras), no soporto la inercia de la rutina. Necesito salir. Tener una buena charla. Discutir un rato. Hacernos pasar por turistas en Recoleta. Tirar tomates en medio de la avenida para ver como los autos los transforman en puré. Gritar en una calle desierta a las tres de la madrugada. Reirme como enfermo...

¿Pendejadas? Si, pendejadas. ¿Y por qué no?

En cuanto el enamoramiento se vuelve una rutina, pierde todo su brillo. De por sí el mundo nos provee de una gama gigantesca de lugares donde mantenernos serios y derechitos, mirando para adelante; entonces... ¿Por qué voy a impostar mis ganas de cantar a los gritos cuando no estoy con un headset en la cabeza, escuchando los reclamos de un español mal follado?

Jamás me gustó salir con chicas que parecen limones rellenos de caramelos "Puaj!". A menos que la naturaleza me llame a los gritos, y se me aparezca un cartel luminoso con la palabra "sexo" en letras escarlata cada vez que cierre los ojos, nunca elijo a una mujer desábrida (o desabierta, como se diga).

Quizá sea bastante enfermizo el hecho de que muchas de ésas mujeres, por alguna razón, sean sinónimo de problemas, o que en algún momento se desate mucho más fuego del que pueda dominar.

Quizá no sea amor. O si lo sea, pero no el ideal. Aunque sí el más entretenido. También hay que distinguir la diferencia entre "amor" y "enamoramiento". Quizá el segundo sea mi droga preferida.

O uno de mis deportes favoritos.

Uno de riesgo.

Gael D'agostino

jueves, 8 de julio de 2010

Hoy caí en la cuenta

De que no se puede vivir en un eterno recital de Heavy Metal. Y que aunque la vida no dé respiro, no está mal ir un rato a boxes. Siempre habrá tiempo para alcanzar a un mundo que está en constante movimiento. Es cuestión de acelerar un poco el tiempo justo, por más que ése mundo que alcancemos ya no sea el mismo que se nos escapó.

También me dí cuenta de que no puedo tragarme mis tristezas y mi filosofía. Que a la larga acaban por absorber toda la alegría que te queda. Que el ser humano es un ser social, y que necesita de otros, al menos en una pequeña porción de su existencia. Y que por más que la gente te haya hecho daño, vas a tener que convivir con toda la raza de Homo Sapiens hasta el día de tu muerte.

Por eso abro este blog. Para escupir todo lo que me trago cuando estoy ante cierta gente.

Buenas tardes, me llamo Gael D'agostino, tengo diecinueve años, suelo ser melancólico, filosofo demasiado, y soy muy adepto a las cosas que marean.

Si quieren escapar de este espacio, pueden hacerlo...

Pero se perderían de leer mi alma en su estado más puro.

Queda en ustedes.

Gael D'agostino.