domingo, 12 de diciembre de 2010

Cristal Suicida

El cristal se suicida, y la ventana me absorbe. Respirás al lado mío, y las estrellas nos sonríen, aunque no puedo verlas porque la ciudad me las esconde.

Quien diría: tanta negrura provocada por las luces. Aunque ya no me sorprende, porque nunca vi otra cosa que el cadáver del planeta, poblado de parásitos que lo devoran en traje y corbata.

No quiero salir, pero el cerebro me ganó de mano. Tengo miedo, pero él se adentra en callejones que ya conozco, donde no quisiera ir si pudiera con sólo desearlo. Tanteo el aire roñoso. Es la negrura de las calles, que la sangre oscurece más.

Ahora doblo la esquina. La noche se me pegó a los ojos. Veo todo, y sin embargo no hay nada en lo que crea. Mis anteojos de carbón, ennegrecidos por el hollín de miles de gargantas que arden; que gritan allá afuera y piden ayuda al cielo. Pero Dios no responde. O Dios no existe. O Dios es ciego.

Hasta que escapo de la ventana a tu rostro dormido, y recuerdo que la naturaleza inventó el sueño para llevar la hermosura a su máxima expresión. Afuera gritan. Acá gritamos. Afuera sufren. Acá gemimos. Hace una hora murió otro inocente. Hace una hora transpiré mi cariño.

Te amo.

Y odio la ciudad.


Gael D'agostino

4 comentarios:

Dani Belen dijo...

wow, que raro :| igual, me gusta el texto, jaja.. Podrías actualizar más seguido no? Digo.. por que tu blog es re lindo, y me encanta la forma que tenés de contar tus historias..
Un besoteee.-

Whatsername dijo...

Me gustó, me gustó demasiado.
Me simpatiza tu blog porqe varios textos son parecidos a cosas qe yo qisiera expresar.. lástima qe odio cómo escribo xD.
Beso.-

Rocio dijo...

wow, es rebuscado y me gusto :)
raro en mi, soy de escritura sencilla jaja
besos!

Gael D'agostino dijo...

El problema de la escritura rebuscada es cuando no tiene belleza. Hay muchos que se quieren hacer los Borges, y no se dan cuenta de que si las palabras no fascinan, el efecto es al cuete.

He dicho.